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‘Con tratamiento para el catarro el malestar dura una semana; sin tratamiento, siete días‘, ironizan los propios médicos.
Mientras llega una vacuna eficaz -algo a lo que habrá que esperar porque hay 200 virus implicados- los científicos recomiendan algunas medidas para reducir las probabilidades de contagio y, también, aliviar los síntomas.
Lo peor es que los gérmenes pueden sobrevivir hasta tres horas en los objetos inanimados. Por eso, si quieres evitar contagiarte, la mejor medida es que te laves las manos a menudo.
Y si una de esas insidiosas gotas de saliva aterriza en tus ojos, es muy probable que, a los pocos días, amanezcas con un catarro.
¿Qué hacer si tu compañera de trabajo no para de estornudar? Pues darle la espalda. Pero, eso sí, explícale la razón con tacto… para que no se moleste.
Para compensar, pon humificadores en tu vida (las ollas con agua hirviendo son otra solución) y échate gotas de solución salina en la nariz.
Los líquidos ayudan a eliminar los gérmenes y evitan la deshidratación que, a menudo, acompaña a los catarros.
Los caramelos pueden ser útiles como tratamiento para el catarro porque estimulan la producción de saliva, que protege la garganta (los de mentol la ‘adormecen’, lo que inhibe aún más la tos). Las tisanas de manzanilla con miel tienen el mismo efecto.
Si estás a dieta y vigilas las calorías, puedes optar por tomar un suplemento diario de 200 UI de vitamina E al día.
Para que el organismo la asimile mejor, te conviene tomar los suplementos en la comida. A su vez la vitamina C reduce la severidad de los síntomas del catarro. Una dosis diaria de 500 mg. es suficiente.
Pero tampoco conviene tomar descongestionantes inhalados como tratamiento para el catarro más de tres días seguidos: su eficacia disminuye con el tiempo y la congestión puede incluso empeorar. En vez de eso prueba a aspirar agua salada por la nariz y expulsarla por la boca.
También los comprimidos de cinc acortan el tiempo de duración de los comprimidos, aunque a algunas personas, el cinc les provoca náuseas.
En cambio, dormir la mitad de las horas necesarias se traduce en un 30% menos de esas células.
La solución: meterlos en el lavavajillas ( en el mismo programa que los platos), o en agua con lejía, varias veces por semana.
Pero hacer más ejercicio no se traduce en mayor protección. Se ha comprobado que las personas que hacen deporte intenso durante más de una hora al día contraen más catarros.
Aunque el efecto no es tan potente, cualquier caldo caliente produce alivio. También un estudio realizado en Inglaterra revela que una copita de vino al día reduce el riesgo de refriado.
‘Con tratamiento para el catarro el malestar dura una semana; sin tratamiento, siete días‘, ironizan los propios médicos.
Mientras llega una vacuna eficaz -algo a lo que habrá que esperar porque hay 200 virus implicados- los científicos recomiendan algunas medidas para reducir las probabilidades de contagio y, también, aliviar los síntomas.
1. Lávate las manos
La mayoría de los catarros se transmiten por contacto físico. Un individuo acatarrado se toca la nariz o la boca, luego da la mano a un amigo (o agarra el pomo de una puerta)… y lo contamina.Lo peor es que los gérmenes pueden sobrevivir hasta tres horas en los objetos inanimados. Por eso, si quieres evitar contagiarte, la mejor medida es que te laves las manos a menudo.
2. Aléjate de los estornudos
Aléjate de los estornudos… al menos un metro. Porque esa es la distancia a la que pueden viajar las gotitas de saliva lanzadas en un estornudo.Y si una de esas insidiosas gotas de saliva aterriza en tus ojos, es muy probable que, a los pocos días, amanezcas con un catarro.
¿Qué hacer si tu compañera de trabajo no para de estornudar? Pues darle la espalda. Pero, eso sí, explícale la razón con tacto… para que no se moleste.
3. Controla el grado de humedad
Los ambientes secos -aviones, lugares con mucha calefacción…- secan las membranas mucosas, lo que aumenta el riesgo de infección.Para compensar, pon humificadores en tu vida (las ollas con agua hirviendo son otra solución) y échate gotas de solución salina en la nariz.
4. Bebe agua como tratamiento para el catarro
Los expertos recomiendan tomar al menos 8 vasos de agua (o zumos o infusiones) al día.Los líquidos ayudan a eliminar los gérmenes y evitan la deshidratación que, a menudo, acompaña a los catarros.
5. Calma la garganta
Las gargantas con agua con sal (una cucharilla por cada vaso de agua) hacen maravillas. La prueba: cada vez más médicos las recomiendan.Los caramelos pueden ser útiles como tratamiento para el catarro porque estimulan la producción de saliva, que protege la garganta (los de mentol la ‘adormecen’, lo que inhibe aún más la tos). Las tisanas de manzanilla con miel tienen el mismo efecto.
6. Toma vitaminas… y aceite de oliva
Se sabe que la vitamina E potencia las defensas del organismo. Su fuente principal son los aceites vegetales (por lo que te convienen las ensaladas y vinagretas).Si estás a dieta y vigilas las calorías, puedes optar por tomar un suplemento diario de 200 UI de vitamina E al día.
Para que el organismo la asimile mejor, te conviene tomar los suplementos en la comida. A su vez la vitamina C reduce la severidad de los síntomas del catarro. Una dosis diaria de 500 mg. es suficiente.
7. Vigila los medicamentos que tomas
Gotas y sprays descongestionan la nariz y la garganta con menores efectos secundarios que las pastillas. Éstas pueden provocar una aceleración del ritmo cardiaco y no están indicadas para personas con tensión alta o problemas cardiacos.Pero tampoco conviene tomar descongestionantes inhalados como tratamiento para el catarro más de tres días seguidos: su eficacia disminuye con el tiempo y la congestión puede incluso empeorar. En vez de eso prueba a aspirar agua salada por la nariz y expulsarla por la boca.
8. Aumenta tu resistencia con remedios naturales
Los naturópatas aseguran que la equinácea, una hierba comestible, aumenta la resistencia a los catarros. Si no eres alérgica a ella (hay un porcentaje de personas que lo son), debes tomarla en cuanto sientas los primeros síntomas y continuar tomándola mientras duren.También los comprimidos de cinc acortan el tiempo de duración de los comprimidos, aunque a algunas personas, el cinc les provoca náuseas.
9. Duerme lo suficiente
Varios estudios revelan que dormir bien mantiene ‘a punto’ las células del sistema inmunitario.En cambio, dormir la mitad de las horas necesarias se traduce en un 30% menos de esas células.
10. Esteriliza los trapos de cocina, bayetas, esponjas…
Cocinas y baños son lugares ideales para la propagación de gérmenes. Bayetas, esponjas, trapos, y en general todos los entornos húmedos y cálidos, son los sitios donde medran.La solución: meterlos en el lavavajillas ( en el mismo programa que los platos), o en agua con lejía, varias veces por semana.
11. Haz ejercicios
Media hora o tres cuartos de hora al día de actividad física -andar, bailar, montar en bici…- aumenta la resistencia a infecciones del tracto respiratorio superior.Pero hacer más ejercicio no se traduce en mayor protección. Se ha comprobado que las personas que hacen deporte intenso durante más de una hora al día contraen más catarros.
12. Toma caldos… con un vasito de vino
Repleto de proteínas, vitaminas, sales minerales y algo de grasa, el caldo de gallina (o pollo) con verduras -cebolla, zanahoria, puerro, ajo- alivia los síntomas del resfriado y actúa como expectorante.Aunque el efecto no es tan potente, cualquier caldo caliente produce alivio. También un estudio realizado en Inglaterra revela que una copita de vino al día reduce el riesgo de refriado.
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